lunes, 5 de noviembre de 2012

Claro que....

No, no eres diferente, nada en absoluto cambia porque te eche de menos, porque aun así sigues siendo el mismo, el mismo que me dijo que sí, que me dijo que queria poder creer que todo iria bien. El mismo que sus ojos y su sonrisa eran tan normales que llegaron a ser perfectos, el mismo que cada vez que sé que tengo la oportunidad de verle no sé si arreglarme como una puerta o ser natural, tan cómodo como un sillón acolchadito, tan dulce, tan sencillo, tan él.

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